Skip to main content

Tratamiento de la degeneración de la mácula asociada a la edad (DMAE)

El tratamiento de la Degeneración Macular Asociada a la Edad ha cambiado en el mundo en los últimos años, con la aparición de un grupo de fármacos llamados antiangiogénicos capaces de frenar la progresión de la enfermedad e incluso mejorar la visión en la DMAE exudativa, la más devastadora y causante de la mayoría de las cegueras secundarias a este grupo de degeneraciones.

¿Qué es la mácula? ¿Para qué sirve?

La retina se sitúa en el fondo del ojo. La mácula es el área central de la retina que nos permite la visión en detalle, como leer, reconocer objetos…, y es la responsable de la visión de precisión.

Hay muchas enfermedades que la pueden afectar. Una de las más frecuente la Degeneración Macular Asociada a la Edad.

¿Qué es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)?

Es una degeneración progresiva de la mácula que afecta a personas mayores de 50 años, aumentando su frecuencia con la edad, lo que conlleva a una pérdida de visión central.
Tiene dos formas:

  • Seca o atrófica. Suponen el 80-85% de las DMAEs, en las que el deterioro de la mácula es muy lento y, por tanto, la afectación visual es más insidiosa, lo que permite una mejor adaptación cerebral a la pérdida visual y una menor repercusión en las capacidades del paciente.
  • Húmeda o exudativa, también llamada DMAE neovascular. Corresponde al 15-20% de las DMAEs y progresa muy rápidamente. En pocas semanas puede afectar a un área extensa de la retina, provocando una pérdida grave de la visión.

¿Cuáles son las consecuencias de la Degeneración Macular Asociada a la Edad?

La consecuencia a corto plazo es la pérdida de la visión central imprescindible para leer, conducir, contar dinero, llamar por teléfono, preparar la comida… afectando por tanto a la capacidad de realizar actividades básicas de la vida cotidiana. La incapacidad resultante o la dependencia de otros reducen la calidad de vida del paciente.

En los países desarrollados es la primera causa de ceguera legal en pacientes con más de 40 años.

Las previsiones sugieren que en las próximas décadas la DMAE aumentará su prevalencia como consecuencia del incremento de la longevidad de las sociedades industrializadas.

¿Cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad y cómo se diagnostica?

Aunque es una enfermedad que puede afectar a los dos ojos, normalmente los síntomas se notan primero en uno de ellos.

El primer síntoma suele ser una pérdida de nitidez en el centro de la visión, la parte central de la visión se vuelve borrosa, se pueden ver los bordes de las caras pero no los rasgos de las mismas.

Las líneas rectas pueden parecer torcidas, inclinadas o desaparecer en un punto. Esto se puede observar al mirar, por ejemplo, los marcos de las puertas o las ventanas.

Los objetos adquieren formas y tamaños inusuales, y se ven con el ojo afectado más grandes o más pequeños que con el otro.

Cuando la enfermedad está avanzada, se aprecia un parche negro en el centro del campo visual que impide la visión en detalle.

El diagnóstico se basa en los datos clínicos del paciente, una exploración retiniana exhaustiva llevada a cabo por un oftalmólogo especializado en enfermedades de la retina y confirmado por una Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) y un Angio-OCT, esta última es una prueba no invasiva que todavía sólo está disponible en algunos centros especializados.

¿Cuáles son las posibilidades de tratamiento?

La DMAE seca o atrófica prácticamente no tiene tratamiento efectivo en este momento.

La DMAE húmeda, desde 2006, en los centros más prestigiosos del mundo dedicados a enfermedades de la mácula se viene tratando con un grupo de medicamentos llamados antiangiogénicos, consiguiendo, por primera vez, que un alto porcentaje de pacientes con esta enfermedad, no solamente no sigan perdiendo visión, sino que en algunos casos, recuperen una parte importante de la visión perdida.

El tratamiento consiste en depositar una pequeña cantidad (0.05 ml) de ese medicamento en el interior del ojo, cerca de la mácula, mediante una inyección intravítrea.

Se lleva a cabo anestesiando el ojo con gotas (anestesia tópica) de forma indolora. En aproximadamente cinco minutos, el paciente habrá recibido su dosis y se marchará a casa sin ninguna limitación.

El tratamiento inicial consiste en una inyección mensual durante 3 meses y después debe repetirse según la respuesta de cada paciente.
Durante este tiempo, el paciente será sometido a un seguimiento para controlar la evolución de su mácula incluyendo Tomografías de Coherencia Óptica seriadas.

Tratamientos

Retina
Mácula
Vitrectomía
Catarata
Presbicia
Cirugía de Miopía
Blefaroplastia
Ojo seco
Glaucoma
Cirugía Plástica Ocular
Vía Lagrimal
Otros tratamientos

Te recomendamos solicitar cita previa por teléfono, escribiendo a nuestro correo electrónico o rellenando el formulario.