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¿Que es la glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad ocular indolora lentamente progresiva que, si no se diagnostica y no se trata adecuadamente, puede conducir a la ceguera.

Consiste en la disminución de las fibras nerviosas del nervio óptico, que se produce cuando la presión intraocular se mantiene elevada durante un tiempo. El ojo mantiene su volumen porque está relleno de líquido, este líquido, llamado humor acuoso se va renovando continuamente y tiene que haber un equilibrio entre la cantidad que se va produciendo y la que se va evacuando por los drenajes naturales del ojo.

A esta situación se llega cuando el humor acuoso se produce en mayor cantidad de lo que el ojo puede eliminar por el canal fisiológico de drenaje, normalmente por un defecto de estos.

Como la presión intraocular (o tensión ocular) elevada no suele producir síntomas, el paciente no sabe que sus ojos podrían llegar a padecer un glaucoma. Sólo en fases avanzadas de la enfermedad el deterioro de las fibras nerviosas del nervio óptico produce una reducción del campo visual y es cuando el paciente, si lo nota, acude al oftalmólogo. Si no ponemos tratamiento para bajar la tensión ocular, la disminución del campo visual seguirá progresando, perdiéndose primero la visión periférica y después progresando hasta quedar reducida a la visión central (visión “en túnel” o “en cañón de escopeta”).

¿Existen diferentes tipos de glaucomas?

Básicamente se clasifican en glaucomas primarios (los más frecuentes) y secundarios (debidos a otras enfermedades, toma de algunos medicamentos, traumatismos, etc.). Dentro de esta clasificación habría que diferenciar los que son de ángulo abierto y los de ángulo cerrado.

Cada uno de estos tiene un tratamiento específico dependiendo de cómo lo hayamos clasificado. La detección de una tensión ocular elevada y su tratamiento precoz son primordiales para evitar cualquier glaucoma. Aunque la cifra de tensión ocular por si sola no es diagnóstica de glaucoma se estima que el riesgo de padecerlo que tiene una persona con una presión intraocular mantenida de 26 mm de Hg. es hasta diez veces mayor que con una tensión ocular de 15 mm de Hg.

¿Qué pruebas se utilizan para diagnosticarlo?

La toma de una tensión ocular elevada es importante en el diagnóstico de hipertensión ocular en el paciente. Esto no quiere decir que se padezca ya un glaucoma; existen varias pruebas para descartar o confirmar su presencia en una persona que hasta este momento solo presenta una hipertensión ocular.

La más utilizadaes la campimetría computerizada, que establece la existencia o no de deterioro de la función visual periférica, o sea, la reducción del campo visual.

La prueba diagnóstica más moderna es la tomografía de coherencia óptica (OCT) que, por medio de un “scanner láser”, informa con gran exactitud del espesor de la capa de fibras nerviosas de la retina y del nervio óptico. Pequeños adelgazamientos en la capa de fibras nerviosas pueden ponerse de manifiesto mucho antes de que aparezca una reducción en el campo visual.

¿Qué tratamientos se utilizan en la actualidad?

Una vez diagnosticado y clasificado el glaucoma, hay que poner el tratamiento adecuado.

  • Tratamiento médico:
    En el glaucoma más frecuente, el glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), el tratamiento inicial consiste en medicamentos administrados en el ojo en forma de colirios para bajar la tensión ocular hasta cifras normales.
  • Tratamiento quirúrgico:
    Cuando con medicamentos no conseguimos bajar la tensión ocular o los colirios no se toleran, tenemos que recurrir a la cirugía.

La cirugía del glaucoma

Tradicionalmente, la cirugía del glaucoma ha consistido en crear un nuevo drenaje para evacuar el humor acuoso. Esto se conseguía accediendo al interior del ojo desde su pared externa, abriendo una especie de ventana por la que el humor acuoso saliese (Trabeculectomía), si cubrimos esa ventana con la envuelta más externa del ojo, la conjuntiva, y la suturamos, se crea una ampolla de filtración bajo el párpado superior por donde el humor acuoso, que sale del interior del ojo, se irá reabsorbiendo lentamente. El problema de esta intervención era la pérdida de efectividad con la progresiva cicatrización, hasta que dejaba de funcionar.

La tendencia actual es la cirugía mínimamente invasiva, utilizando pequeñísimos dispositivos en forma de tubo para colocar en el interior del ojo y crear una vía de drenaje del humor acuoso hacia el espacio subconjuntival, o sea, un abordaje desde el interior del ojo, al contrario de lo que hasta entonces se venía realizando.

En casos más complejos se precisan válvulas más complejas y de mayor tamaño que comunican el interior del ojo con el espacio subconjuntival.

Tratamientos

Retina
Mácula
Vitrectomía
Catarata
Presbicia
Cirugía de Miopía
Blefaroplastia
Ojo seco
Glaucoma
Cirugía Plástica Ocular
Vía Lagrimal
Otros tratamientos

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